sábado, 31 de julio de 2010

Una noche fría en la Terraza.

Era de noche y estaba más fresco que de costumbre: típica señal de la venida del invierno. Mi abuelo y yo estábamos solos en la terraza de la casa, viendo las estrellas, saboreando aún el manjar de camarones que recién cenábamos... Todo estaba literalmente calmo y, hasta cierto punto, esto me pareció extraño y sutil a la vez.

No se que me dio por recordar algunas cosas simplemente triviales... recuerdo haber evocado la memoria de mi primer peluche, de mi primer diario, y principalmente, del primer libro que leí: La Isla Del Tesoro...

Era aquel un momento que supe jamás se repetiría. El silencio y la paz se habían hospedado allí, y no pensaban irse... "grandioso, nada mejor", pensé.

Recuerdo que me quedé dormido. Mi abuelo lo estaba desde hace buen rato: se durmió de repente: quizás se relajó demasiado con percibir el silencio. Supuse que su vida había estado fríamente marcada por gritos y pensamientos poco centrados, a causa de tanto ruido: "La guerra también asesina al silencio". Lo dejé dormirse en la cómoda silla de la terraza, la favorita de papá.

Desperté como 2 ó 3 horas después... ya había pasado la media noche, y el frío era ciertamente terrible. Mi querido abuelo no tenía un abrigo lo suficientemente grueso como para resguardarlo de la temperatura que hacía. Así que no me quedaba otra mas que despertarlo, para hacerle entrar a la casa, ya era un hombre mayor, y necesitaba extenuantes cuidados:

-Abuelo... abuelo despierta: ¡Está muy helado aquí, debemos entrar!... Venga abuelo.

Pero pensé que su sueño era pesado, por que no despertó. Le llamé algunos segundos más, pero no obtuve respuesta. Me asusté, y comencé a llamarlo y sacudirlo violentamente, pero fue inútil….
Comencé a llorar, y a llamarlo a gritos por su nombre... él fue mi guía, mi mentor, durante mucho tiempo. Una repentina brisa helada me causo un escalofrío, y me pareció sentir el abrazo del viejo que yacía inerte en aquella silla. Me tranquilicé, por que supe que, después de todo, aquello estaba bien.

"Entre el silencio y la tranquilidad se escondía la muerte... por que expiró, sin emitir sonido alguno"

viernes, 30 de julio de 2010

Rutina que no lo es.

No tengo nada claro en mi mente sobre que demonios publicar en esta entrada. Así que, aquí, solo, sentado frente a la Laptop, escribiré de orma espontánea... creo que esto no va a funcionar.

Hoy me la he pasado grandioso. El cole fué para mis cheros y yo, ya que todos se fueron de excursión. Me aturdí 5 horas seguidas realizando una guía de matemáticas, para entregarla hoy mismo, y no hacer NADA en vacaciones.

Vi a la niña que me gusta, pero me falto valor para hablarle, a pesar de que casi ni había nadie en el colegio. Ya lo haré, me lo prometo: ¡Ya le hablaré de una buena vez!

No almorcé, por que no hubo nadie en el chalet, de milagro conseguí un Petit. Cuando llegué a mi casa, me compré una semita enorme, y 4 panes franceses. Luego dormí, y me desperté tres horas después. Actualmente estoy escribiendo una letra "A"...

¡¡¡Nada bueno, ya ven!!!
Pero hoy cenaré tamales...

domingo, 25 de julio de 2010

Reflexión nublada.

A veces llego a sentir un sentimiento de culpa, odio, nostalgia y compasión hacia mi. Y esto ocurre cuando escucho, veo o digo algo que me hace evocar a mi princesa. Me quedo pensando en todo el tiempo que, muy estúpidamente (supongo), le regalé, y ella, con sus buenas manías (¿?) se lo llevó. Se lo llevó todo. Se lo llevó por que yo se lo dí. ¿Me arrepiento?

Tuve que aprender a vivir en el dolor de una prolongada paciencia, que, con los meses, se transformó en desesperación, en miedo. Pero, con todo y eso, continué: y me ha ido bien.

Nunca llegué a conocerla bien, y la verdad me alegra que así haya sido. Ella es muy dañina y manipuladora. Se admitir que estos talentos tan espontáneos en ella son los que siempre voy a admirar. ¡No me cabe en la cabeza pensar ¿qué hubiera sido de mi si mi voluntad fuese un poco mas débil?... Seguramente ni siquiera estuviese escribiendo esto.

Me avergüenzo conmigo mismo al darme cuenta de la magnitud del error que cometí con ella. Y, actualmente, estando mas distanciados, y yo tratando de hacer que todo esto pase a la oscuridad vacía de mi túnel, me compadezco de ella: me causa gran melancolía saber que se está quedando sola, y que cada vez tiene a mas personas en su contra.

...

Pero bueno, de cualquier forma, mi vida no tiene como objetivo manipular fríamente a las personas.

¡¡Yo solo quiero ser feliz!!

Nada bueno aún.

No tengo nada importante para contar aún. Han pasado diversidad de cosas, pero, mi costumbre a situaciones descomunales me hace percibirlo todo como "Sencillo" de alguna forma.

Comenzaré diciendo que llevo una semana sin sufrimientos de ningún tipo (exceptuando los cortos y sinuosos episodios en los que miembros de mi familia se empeñan en criticarme sin motivo alguno, aunque no diría a esto "sufrimiento", por que a pesar de todo, la frecuencia de estos casos es cada vez mayor, y solo me basta con ignorarlos, para no pasar malos ratos por nada), principalmente del tipo emocional, si no que todo contraste: al parecer, la lejanía de aquella niña está haciendo que mi estado anímico se eleve rápidamente. Esto es algo bueno bajo casi cualquier punto de vista; el problema es que el mío no es para nada como el del resto. Resulta qué, ahora que mi alegría está alta, NO SÉ QUE HACER CON ELLA. Considero que estoy demasiado acostumbrado a ese maldito sentimiento de desesperanza, que ahora no sé que hacer si no lo tengo. Como siempre he dicho, le temo a la felicidad, por que simple y sencillamente no sé que haré cuando la tenga.

Desde hace mas de un año estaba en ese estilo de vida desesperanzado, pero ahora...

Estoy sintiendo la necesidad de sentir lo que necesito para ser quien yo conozco. Resguardé mi identidad en aquello, y muchas cosas, buenas y malas, descubrí.

¿qué me está pasando?

sábado, 17 de julio de 2010

La muerte de un amigo.

Siempre voy a recordar a Esteban como el gran amigo y compañero que fue. Su muerte sonó toda una tragedia; y siento un tremendo remordimiento por las últimas palabras que le dije. Es que aún no termino de comprender como es que surgió una disputa tan grande por un tema tan poco novedoso, y que había sido visto antes. Supongo que nuestro desacuerdo abarcó mas que ese tratado que solo funcionó de vía de acceso a otros asuntos aún peores.

Diré que todo comenzó hace algunos años en que se enfermó gravemente de una tos terrible. Le diagnosticaron "Cáncer Pulmonar", y no era para menos, acostumbraba a fumar todo el tiempo: Comenzó con el vicio a los 12 años, y hasta los 30 de su muerte, nunca lo dejó. Fumaba como demente. Era imposible verlo sin el cigarrete entre el mayor y el índice. Pero bueno, ese no es el punto. La cosa es que le diagnosticaron eso, y lo tuvo que sobrellevar algunos años. Era doloroso verlo toser, se notaba que el esfuerzo era cada vez mayor, y la laceración faríngea hacía que escupiera sangre por cada tosido. Era un caos.

Siempre trabajó en lo mismo: un simple programador en una empresa que explotaba a todo su personal, tal como lo hacen todas en la actualidad. Recuerdo que tuvo una novia en su último mes de vida. Era Susana una mujer de su edad, muy agradable, simpática, y compañera de trabajo de Esteban. Él nos presentó. Los primeros días parecían felices, de hecho podría afirmar que lo estaban. Hasta que Susan comenzó a notar que su novio empeoraba y se preocupó demasiado. A medio mes la despidieron. Ella se la pasaba todo el día con migo, en mi casa, hablando sobre la terrible condición de Esteban. Nos llevamos bastante bien, y ya no nos quedábamos solo en mi casa después de la primera semana, si no que salíamos a dar paseos. Les juro que nunca traicionamos a Esteban, yo lo quería demasiado como para hacer algo así.

Todo iba en orden, como siempre. Pero los vecinos se fueron encargando de engañar a Esteban, de sembrar la cizaña. Me empezó a reclamar, y me pidió que me alejara de Susan, que no volviera a verla. Le expliqué que solo hablábamos, que no lo engañaba; pero de todas formas, le prometí no volver a verla. Así pasó una semana; pero, tres días antes de que Esteban muriera, ella llegó a mi casa. Me tentó mucho, me dijo que Esteban era un estúpido y otras calumnias más; comenzaron momentos de emoción, Me besó, y no me negué. Terminamos yaciendo juntos en mi cama. No recuerdo haber sentido ningún remordimiento en aquel momento.
Como era de suponer, los vecinos, nuevamente, enteraron a mi amigo de que su novia y yo nos habíamos vuelto a ver. Me llamó muy disgustado a su casa. Fui lo más pronto posible, según yo, él aún no sabía nada.

Al llegar, lo encontré fumando. Me dijo poco, pero así fue nuestra última charla:
- Estoy al borde de la muerte. Ya no podré seguir viviendo más. No puedo estorbar en la vida de nadie, y menos en la tuya, querido amigo... además, ese "dios" del que todos hablan nunca me escuchó: ¿Ahora ves que no existe!...
- Tu aún no debes morir, Esteban. Y si Dios no te ha curado, es por que debes estar así: Él sabe lo que hace, Él lo sabe...

Se rió de forma escalofriante, fue una risa burlesca; añadió:
- Ese dios no sirve más que para engañar a las personas. Es una estupidez creer en lo que no existe, pero, al producir una falacia de satisfacción en muchos, es más fácil creer, y atribuirle todo lo que ocurre en esta maldita realidad... es una estupidez: ¡Eres un idiota!
- Esteban, yo sé que tu escepticismo es grande, pero debes calmarte... mejor dime: ¿para qué me necesitas?
- ..."Eres un idiota" -dijo después de un exhalar una bocanada de humo- Te dije que no debías acercarte a ella...

Me puse pálido quizás. Me quedé estático en la puerta de la casa. Esteban se levantó de un salto, me tomó por el cuello, y me puso entre él y la pared. No atiné a decir nada.
- ¿Porqué lo hiciste? ¿Porqué?... ¡¡DIME!!
Supe que estaba poniéndose enojado, y que nada bueno saldría de allí. Contesté tembloroso.
- Esteban, suéltame... ¡Fue ella quien me buscó!

Le derrumbé el mundo con aquellas palabras. Me soltó. Le dije que me iría, pensé que sería lo mejor. Me lo negó: "quédate" me dijo. Volvió a sentarse. Me acerqué a él. Pero, ágilmente, me dio un fuerte puñetazo en la cara.
Así empezó la pelea. Nos golpeamos hasta donde nuestras fuerzas nos lo permitieron. Derrumbando todo a nuestro paso, moliéndonos los intestinos a puñetazos.
Abandoné la casa unos 10 minutos después de haber entrado.
Al siguiente día se me notificó que “Esteban había muerto por una golpiza”. La policía creía que “se trataba de represalias, por que toda la casa estaba en total desorden, y los golpes eran profundos y varios.”

Esteban murió por que yo lo maté. Así, simple ¿no? Me quedé con su novia, y pasó a ser la mía.
Su vida era infeliz, y no tenía que alcanzar la felicidad antes que yo. Ser miserable debía ser su estilo de vida. Yo le procuré que así fuera.

Su muerte fue una desgracia. Ahora que lo pienso: este relato no es nada importante, es estúpido, como decía él... es estúpido.

viernes, 16 de julio de 2010

Las actuales filosofías existencialistas.

A veces, ver lo bueno de la vida es algo demasiado complicado. Es como pedir a alguien que note un punto blanco en una pintura totalmente negra. ¡No es posible! Al menos para mí, no lo es.

Estoy plenamente enterado, en mi calidad de metafísico, de las actuales filosofías existencialistas de las pléyades contemporáneas. ¡Casi Todo es una tontería! ¿Acaso no es obvio que solo es Marketing? La mayoría de esos escritos son puras trivialidades. Escritos malversos que solo dicen a las personas confundidas lo que ya conocen, y que les producen un falso entendimiento: un sesgo; y cuyo "argumento" es desastroso: Falacias. Solo buscan crear en las mentes de los espectadores un mayor nivel de subjetividad, y una racionalidad simplemente inexistente, lo que termina por perturbar aún más las mentes trastornadas de muchos.

Hay otras cosas a tomar en cuenta, una de las que resalta es que todo el mundo que dice conocer el concepto de "Analizar" se creen Aristóteles, o un Platon; cuando la realidad es que ni siquiera llegan a aficionados. ¡Detesto profundamente a ese tipo de personas!

A mi criterio: orientar a otras personas es una virtud que se obtiene al tener una plena estabilidad emocional...

Pero, como se darán cuenta (o quizás no) me desvié del relato que tenía por intención al primer párrafo, aunque me parece que esto es simplemente una máscara, y, de todas formas, si dije lo que necesitaba.
¡No todo es lo que parece, por que la subjetividad del ser humano es tremenda!

martes, 13 de julio de 2010

13 y 14 de Julio

Estoy ciertamente trastornado. Mientras escribo esto tengo un sueño tremendo, y una migraña tan fuerte que creo que es la primera vez que me da una así. Considero mi estado actual como una depresión anormal, causada por los trastornos que me producen mis dos queridas... ¿Por qué es que soy tan inestable? Entre ayer y hoy, en el colegio, me la he pasado de lo mas agitado. Lo peor es que mi estado no es para nada bueno. He pasado estas dos noches con fiebre de 41ºC, y lo que de veras me preocupa, es que sea una enfermedad rara. Voy confesarles algo: se supone que esta enfermedad estaba erradicada del país, pero una de mis compañeras fué diagnosticada con ella, y, hablando con otras personas, me informé que han habido otros tres casos en Lourdes... Se trata de la maldita "Fiebre Tifoidea". Una enfermedad terrible.
Espero mejorarme lo mas pronto posible, por que no me gusta ir a consulta. No estoy dispuesto a sufrir esa enfermedad.

Por el momento debo tratar de descansar, pero en realidad es muy difícil hacer eso. Solo ayer me tocó andar en la Unidad de salud como 2 horas, con una compañera que se desmayó y tenía síntomas de parálisis facial. La tempratura la tenia como a 40ºC y por ende ni me podía parar bien. Pero, para mi (mala) suerte, el director me dejó encargado del caso. Por la tarde hubo salida, me tocó ir, y coordinarla, era a una escuela de cerca, pero: ¡cuánto tuve que gritar!
Me puse peor. Además, estoy teniendo problemas con mis quienes se supone son mis amigos;
y, por si fuera poco, mi novia se está portando raro con migo...

¿Por qué todos se deciden a hacerme sentir mal cuando ya no se puede mas?... En 48 horas me ha tocado incluso hasta tratar con palabras soeces a mi amigo de 6º, que ahora ya no lo es.
Además, estoy muy confundido. Y no puedo pensar en nada, ni una idea. Nada, todo es difuso.

Por ahora, solo tengo que reponerme. ¡Ojalá la fiebre no me mate!.

domingo, 11 de julio de 2010

Sutiles Iluciones

Por entre la oscura vereda

Siento el dolor en la abrumadora noche



Entre llantos sutiles.

Y con coronas de fuego

Es tu intensa mirada que no me deja descansar:

¡Me vuelvo a deslumbrar!

Perdido entre los recuerdos...

Y en la ilusión de la vida

Me vuelvo a enamorar,

Recordando aquellos días

Del sentir y del pensar

Se vuelve a revivir

Una ilusión perdida…



Las alas del amor, desplumadas

Con la mas vil traición que fue cortada...

Ilusiones de bronce,

Ilusiones de niebla,

Ilusiones de vida,

Que evocan deseos,

Suspiros y vuelos, al cielo de tus brazos,

Como una ola llevados

Al roce de un amor.



El silencio de tus labios

Junto al sempiterno rumor del mar…

Y el susurro de mil rosas,

Y el suspirar de la muerte,

Colman la ilusión viviente

Del amanecer tardío, vacío…

Sin aire, sin sol

Que queme esta terrible pasión

Dejada, por una maldita ilusión....



Ramón Mejía, Carlos Luna e Idalia Lizama.

Salvadoreños.




ººº

(¡Acompañado de 2 grandes colegas, mas que eso:

2 grandes Amigos!)


sábado, 10 de julio de 2010

¿Deveras somos humanos?

¿Deveras somos humanos?
Esa idea solo logra aterrorizarme. Ni siquiera deseo una respuesta. Ni siquiera puedo pensar en que la sé. No hay nada bueno, nada. Los seres mas destructivos del universo, y así ...
No, así no se puede. Por eso nunca se prospera. Nunca nadie llega a nada. Y los que se hunden mas rápido, solo se aprovechan de usar a los demás. El mundo es horrible, y esa es una de las pocas verdades que realmente existen, y se puede comprobar solo con prestar atención a cualquier hecho de nuestro al rededor.

Detesto a esos charlatanes que se creen la gran cosa diciendo tecnicísmos aquí y allá, diciendo a las personas que no pierdan el tiempo de sus vidas, que se dediquen a tomarse las cosas tranquilamente y sin tanta presión, por que deben confiar sus existencias a un remoto ser divino que se supone es omnipotente y omnipresente, y que les sacará de todo mal...
Con doctrinas así, hasta el mas depresivo se hubiera suicidado mucho tiempo antes de lo estimado. ¿Por qué creer que el mundo es algo sencillo? nuestra experiencia, a lo largo de la historia, nos ha demostrado que no hay nada sencillo... "Todo es complejo". Y que además, tener que creer en algo superior a nosotros en una terquedad característica de todas las eras, por que las personas no reconocen sus propios logros sorprendentes por el simple hecho de creerse demasiado mezquinos y tan poca cosa como para hacer algo bueno. Así es como se pierde la identidad de mucho. Por eso hay mas extraviados.

Pero de nada sirve, absolutamente de nada sirve, gritar esto a los 5 vientos, por que nadie quiere entenderlo: todos prefieren sus rutinas y su destino común sin siquiera tener idea del motivo de su estadía en este infierno disfrazado de ciudad.
Lo mas tonto, es que muchos ven en el amor una vía de escape a todo... ¡si supieran que lo que están haciéndo realmente es solo contarse uno más!

Por eso yo sé que vivo en un túnel. Un túnel oscuro, pero oscuro por falta de luz, no por exceso de sombras. Reconózco que mi túnel no tiene límites, y no tiene conexiones con las ventanas que yo quiero, que supuse, me darían una luz. Pero no. Solo aprendí a conocer a la desesperanza. Por eso me asusta la felicidad, aunque sea esta la luz al final de mi túnel.

viernes, 9 de julio de 2010

Relato de un Crímen Conyugal

Todos los días voy a recordarlo. Si la asesiné, es por que la amaba. Me propongo relatar un crimen, así que a quien eso parezca incómodo, doy mi total autorización para que deje la lectura en este punto.

Mientras escribo estas líneas, siento un tremendo deseo de suicidarme, y, estando sentado en el borde de una roca, con un precipicio que da al mar abajo, la muerte aparece como una sutil tentativa: sería todo tan fácil... solo empujarme un poco y ya.

Pero tengo que hacer primero lo que me prometí. Mercedes era una buena mujer, nos casamos y vivimos como cualquier burgués actual: una buena casa, y muchos bienes materiales. Nuestros empleos nos procuraban buenos ingresos, así que no teníamos más que gozar el fruto del esfuerzo.

Pasamos unos 2 años con una felicidad incesante. Nos amábamos con locura, y todo salía de la mejor manera. Mercedes salió embarazada. Planeamos el nombre del bebé durante muchas noches. Acordamos nombrarlo Benjamín. Era una tarea de buen agüero, mucha ternura…

A los 9 meses nació Benjamín. He aquí el vuelco de la feliz historia: Mi hijo no era como los demás, ¡No! Había nacido con Autismo... No lo podíamos creer. Lloramos muchas noches por ese motivo, pero decidimos resignarnos, hacernos cargo, y cuidar del pequeño.

Cuando Benjamín creció un poco más, lo sometimos a gran cantidad de terapias y tratamientos. Mi mujer tuvo que dejar de trabajar para poder cuidarlo. Solo nos quedamos con los ingresos que yo producía. Pasamos unos 5 años así. Benjamín exigía demasiados cuidos, y mi mujer estaba más que exhausta entonces. Nuestros problemas familiares acrecentaron de gran forma, y estuvimos varias veces al borde de la violencia.

No tuvimos otra que seguir así: Benjamín cumplió 10 años, nos habíamos mudado de domicilio, y mi mujer se hartaba más y más de tener que cuidarlo... Yo no veía otro camino que seguir, siempre he tenido la cualidad de ser determinado en mi carácter, y les tenía a ambos un gran amor.

Pero no es mi objetivo contarles toda esta trivialidad, lo menciono solo por que así lo deseo, ya que supongo que hará que me comprendan mejor, y, tal vez, solo tal vez, alguno de mis lectores pueda darme la razón.

ººº


Recuerdo una noche de lluvia copiosa, la primera del temporal de invierno. Estábamos Mercedes y yo acostados en nuestra cama, juntos, desahogándonos el estrés de la rutina. Era de madrugada, y una paciente que había ido a mi consultorio últimamente, me tenía inquieto, y no podía dormirme, por que estaba pensando en un posible diagnóstico para sus pocos comunes síntomas. Mercedes tampoco estaba dormida... hacía un silencio horrible, y el frío solo ponía tensas las cosas. Ella rompió el silencio y dijo: "-¡Debemos terminar con esto! ¡No podemos vivir así! entiende... es imposible. Debemos poner fin a esto..."
Me hice el desentendido y tuve ganas de llorar: Entendía que cuidar a un niño autista es un trabajo desesperante, y mi mujer, mí querida Mercedes, lo había estado haciendo durante muchos años. Comprendía que estuviera harta. Varias veces habíamos tocado ese tema de esa noche. Pero esta vez, decidí ignorarla. Nunca pensé...

Al siguiente día, todo como siempre: me duché, me vestí, y me fui a la clínica (La rutina, dicho sea de paso, empezaba a hartarme mas rápido que la misma desesperación). Llegué a casa ya entrada la noche, frustrado por no poder obtener el diagnóstico de aquella vieja. Entré, y todo estaba muy silencioso: ni si quiera la TV estaba encendida, y era lo único que, generalmente, mantenía quieto a Benjamín. Deduje que estaría dormido, por la hora. Era lo mas lógico. Así que subí a mi habitación, y allí estaba Mercedes, llorando. Con la ropa ensangrentada, y el cuerpo de mi hijo en mi cama, pálido, tieso... ¡¡muerto!!

Me asusté… No, me aterré. En mi carrera como médico, nunca había quedado inmóvil ante un acto de esa índole; pero, al ver que se trataba de mi hijo, quedé un momento estático, hundido en un mal logrado vértigo, y un asco y una repulsión ante aquello que soy incapaz de describir en papel... Cuando volví a la realidad, me encontré al lado de mi hijo, y me eché a llorar. Le pregunté a Mercedes que había pasado… La cuestioné con desesperación… me sentía el mas desamparado del mundo. Ella continuó llorando y gimiendo durante algún rato, y, al no obtener respuesta, la tomé con violencia de la garganta, y le gritaba que me respondiese. Me sentía al borde de la locura. Por fin lo habló:
-Estaba harta... harta... ya no podía seguir así. Eso no era vida. No, no, no... –me gritó, mientras evitaba mi mirada y trataba de liberarse.
-¿Qué le hiciste a Benjamín?
-Estaba dormido, y lo... y lo apuñalé, pero solo una vez, aquí -y señaló el centro del abdomen.

Me indigné. Supe al instante de que mi hijo había sido asesinado con una fuerte tortura y con un lento, muy lento sufrimiento. Me llené de ira, del más grande odio que pude haber sentido por alguien, supuse que si no intentaba calmarme un poco…
Di tres vueltas a la habitación, halándome el cabello, tratando de razonar. Pero ella seguía llorando, y solo su llanto me lo recordaba todo una y otra vez, pero cada sollozo era como si me estuviesen operando el estómago sin anestesia, como si una cimitarra me perforara una y otra vez las vísceras. Una bestia en mi interior me poseyó completo. Salté ágilmente sobre Mercedes, tomé el cuchillo ensangrentado, y la apuñalé desatando toda la violencia acumulada hasta hartarme... la apuñalé y grité como nunca, recuerdo que le decía "Maldita, maldita... ¿cómo pudiste? Era mi hijo..."
Medicina Legal contó 27 cortes, yo recuerdo haberle procurado 32... Quedó irreconocible del pecho hacia arriba.
La apuñalé. La asesiné, y huí. Huí con el cuchillo. No tendrían pruebas. La maté, por que mató a mi Benjamín, la asesiné, por que mató a mi hijo. Mató 10 años de trabajo, de desvelos, de cansancio, de esperanza, acabó con tantos años de inversión, con una carga de una década... Ella acabó con todo. Con todo. Sí, pero yo le di muerte ahora.

Tengo 3 semanas hospedado en un motel clandestino, y no iba a suicidarme, hasta quedar libre de cargos de consciencia. O, por lo menos, que una sola persona me comprenda…

Todavía resuenan en mi cabeza aquellas palabras: "Estaba harta... ya no podía seguir así, eso no era vida..."

Ya tengo que volver a escribir.

Tengo ya una gran acumulación de días sin escribir... y eso no se debe a problemas aleatorios como perdida de la memoria o sanción del Internet, si no, simple y sencillamente, que todos los escritos que empiezo, no los termino. ¿Por qué? pues por que quizás ando muy distraído, o preocupado por otras cosas.

Me estoy comenzando a desesperar por no poder escribir, por que siento que mis escritos son mi identidad. Trataré de hacer lo mejor posible para volver a disuadir mi mente, y concentrarla mas en lo que realmente quiero estar centrado.

Muchas cosas me cruzan por la mente al mismo tiempo, cosas de las cuales quisiera escribir, como por ejemplo la posible victoria del Barça sobre Holanda en la final de sudáfrica!!
También el estúpido tema de la biblia en las escuelas, como si el papel les fuese a dar dinero a los chicos... o el de mi actual pareja... Tengo, además, ideas dispersas, por que me estoy debatiendo en mi interior sobre lo que puedo llegar a sentir por una nueva niña. Mi sentimientos son mi debilidad. Además, quería escribir sobre las continuas visitas a la dirección, ya que mi arrogancia e ironía pesada con mis compañer@s se vuelven cada vez mas ofensivas... Pero es que son una bola de idiotas.

Bueno, tengo unos 3 cuentos en edición...
Espero publicar pronto.