sábado, 27 de noviembre de 2010

Ya no es Cuestión de Colores ni de Fechas.

“Un presidente que siempre esta defendiendo sus posturas y las acciones indebidas tanto propias como las de muchos de sus funcionarios, una asamblea legislativa corrupta, siempre en discordia e incapaz de hacer bien su trabajo, y un sistema judicial cuyo eslogan debería ser la palabra ‘impune’; además, como si fuera poco, una economía que va a pique y no da señales de recuperación a corto o largo plazo, al menos por ahora”

Esto es para muchos lo que significa ser Salvadoreño o Salvadoreña, y es una pena que sea así. La situación socio-política nos mantiene a todos en la cuerda floja, vivimos tiempos en los que nadie puede darse el lujo de distraerse, por que habrán otros esperando el primer tropiezo. La misma sociedad crea el impulso de las conductas anti-morales en los habitantes, y luego los gobernantes se topan con que el remedio de sus proezas no es tan fácil de conseguir.

El Salvador, se supone, es un estado democrático, de derecho, y entre los partidos mas fuertes siempre están reprochándose los accionares, y al fin de cuentas son ellos quienes llevan el rumbo del país. En la actualidad la llegada de un partido de Izquierda al poder ha sido un desenmascaro frente al pueblo. La obviedad en la incapacidad de dirigir, de organizar y sobretodo un gobierno de izquierda que está actuando de forma similar a como lo haría uno de derecha. No digo que sean lo mismo. Jamás van a serlo. Pero en definitiva muchas personas se retractan de haber dado su voto “equivocadamente” al actual gobierno, que habló de sobrado, declaró y prometió sin pos ni son, y el Presidente se refugia en decir que no cederá a presiones de prensa o de otras instituciones, sin embargo, hoy por hoy, es el pueblo quien le demanda cuentas, son sus votantes quienes le exigen explicaciones, son las personas para quienes se supone gobierna. Y no solo él, así también muchos funcionarios, políticos y demás dirigentes que siempre anteponen sus intereses a los del pueblo.

Ahora de igual forma se viene encima la euforia que se vive en la capital. Podemos ver las trifulcas, las agresiones por parte de los cuerpos de seguridad hacia los vendedores desalojados de sus “habituales” puestos de comercio, así también la violencia de estos hacia los primeros. Al fin y al cabo, cada lado está defendiendo su trabajo, su fuente de ingreso, por que nadie se va hacer cargo de darle de comer a la familia, sea del color que sea; nadie va a hacer nada y esa es la realidad.

Lo que el estado ha venido haciendo (hablando generalizadamente) para “tratar de mejorar la condición económica del país” es vender patrimonio, incrementar los precios de la canasta básica para seguir explotando al pueblo trabajador, y al final solo se logra hacer crecer la deuda externa y los índices de pobreza y desempleo. La cosa es un círculo vicioso del que, como se dice popularmente, “está cañón salirse”.

Sin estabilidad económica e inversión, no hay desarrollo social y por ende no habrá plazas de trabajo. Los productos no se dan a la baja como debería suceder, si no lo contrario, mantienen esa tendencia al alza que logra preocupar a los que perciben menores ingresos, y los que deben resignarse a ser explotados por mantener a flote un hogar, etc.

Ya no se trata de izquierda o derecha, ni de rojo, blanco o azul. No debemos quedarnos en eso. Ya es tiempo de que El Salvador tenga un gobierno íntegro y organizado, que se haga cargo del país con sus pobladores y se responsabilice de sus acciones como debe ser.

El mismo fantasma que todos conocíamos era quien se había disfrazado de esperanza. Ahora los votos de la duda se han convertido en los del arrepentimiento.

Es de aclarar que nuestra situación es acumulativa. No data de un año ni de dos o tres, la actualidad que vivimos está dada por todas las acciones del pasado de El Salvador y mientras no exista un gobernante que se limite solo a mirar atrás, en evadir sus responsabilidades y que tenga la capacidad de pensar primero en el pueblo, seguiremos como estamos: coloreados, pagando por seguir vivos, dejando que nos extorsionen y trabajando para boca ajena.

2 comentarios:

  1. Me parece muy bien que hagas crítica social en tu blog, Internet es un gran medio para dar eco de las injusticias y problemas de la sociedad en todo el mundo. Más gente debería hacerlo!

    Por desgracia, vivimos una pérdida de valores de tal magnitud que ni la izquierda y la derecha saben lo que defienden...

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